Cómo evitar el dolor de espalda en largas jornadas de estudio

ILUSTRACIÓN Postura Correcta Estudios Marzo2023
  • Published: 10 may. 2023

El final del curso académico está ya a la vuelta de la esquina para miles de  estudiantes universitarios y los que se preparan para la Evaluación del  Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), por lo que deberán pasar  largas jornadas, estudiando, ante libros y pantallas. El fisioterapeuta y experto  en terapia de calor Pablo de la Serna advierte que “estudiar en una postura  inadecuada puede comportar molestias y dolores de espalda, y ello puede  acabar afectando al rendimiento”.  

Se acercan los exámenes finales de curso o semestre para los  estudiantes universitarios y también para los de bachillerato que preparan la EBAU, lo que  implica que se les presentan largas jornadas de trabajo y de concentración para poder obtener  el mejor resultado posible. Para conseguirlo deben estar preparados y evitar molestias y  dolores musculoesqueléticos de espalda que les puedan afectar en su preparación.  

Por todo ello, explica el fisioterapeuta y experto en terapia de calor Pablo de la Serna, “es muy  importante evitar posturas inadecuadas durante las horas de estudio que puedan incrementar  el agotamiento físico y mental y afectar al rendimiento”.  

En el proceso de estudio influyen varios factores ambientales y externos, como la organización  del espacio físico en que se trabaja, el ruido o el tipo de luz que haya en la habitación. Pero se  deben tener en cuenta también los condicionantes propios de la persona que estudia, desde la  comodidad de la ropa que viste, su alimentación y su estado de ánimo hasta la postura que  adopta.  

Para De la Serna, “la postura que se tome para estudiar puede impactar en la salud del  alumno”. Así pues, es importante adoptar una postura correcta que no genere un  sobreesfuerzo sobre la musculatura, las vértebras o las extremidades.  

Posturas que se deben evitar:  

Existen algunas posturas incorrectas y nada recomendables que deben descartarse durante el  estudio. Una de ellas es estudiar acostado o demasiado reclinado. “Estudiar estirado boca  abajo apoyando los codos o antebrazos provoca, a los pocos minutos, cansancio y  entumecimiento en brazos, codos y hombros, por lo cual el alumno no podrá concentrarse de  forma completa”. 

Por otra parte, si se está boca arriba y se mantienen los brazos alzados para sostener  el material de estudio por encima de la cabeza, “el adormecimiento de dichas extremidades  llevará a renunciar y dejarlo más pronto que tarde”, avisa de la Serna.  

¿Cuál es la mejor postura para estudiar?  

Según el experto, “la mejor postura cuando se deben pasar muchas horas estudiando es  aquella que favorece la circulación sanguínea a todo el cuerpo”. Por tanto, “deben evitarse  obstáculos que causen cansancio en extremidades, adormecimiento de una de ellas o  incomodidades que desconcentren de manera constante al alumno”.  

Por ello, “lo más recomendable es estudiar sentado, con la espalda totalmente apoyada en un  respaldo vertical y firme, con el cuerpo erguido pero sin que los músculos se tensionen”,  explica De la Serna. “Para proteger las lumbares y las cervicales lo mejor es hacerse con una  buena silla ergonómica, así como disponer de una mesa de estudio a la altura correcta para  apoyar los brazos en un ángulo de unos 90 grados”. Además, “situar las pantallas a una altura  adecuada, en línea con la vista para no inclinar demasiado la cabeza ni causar tensión en el  cuello”, ayudará a prevenir molestias y contracturas.  

Por otra parte, el fisioterapeuta recomienda que “las piernas y los pies estén apoyados en el  suelo o en un reposapiés –nunca suspendidos o cruzados– y de forma perpendicular a los  hombros”.  

A pesar de tener en cuenta estas recomendaciones, “es complejo mantenerse en una posición  100% correcta durante muchas horas”, avisa De la Serna, por lo que aconseja “descansar cada  hora y media o dos horas, moverse, hacer estiramientos y realizar alguna actividad que  permita relajar el cuerpo y la mente”.  

 

Como conclusión, el experto recuerda que “el dolor afecta negativamente a la productividad y  al rendimiento; agota física y mentalmente”. La mejor alternativa es la prevención, pero si  igualmente el dolor musculoesquelético aparece, “podemos combatirlo usando parches  térmicos terapéuticos, que aumentan el flujo sanguíneo y alivian del dolor1, a la vez que  ayudan a la relajación de los músculos2”. Además, “son fáciles de colocar, muy efectivos y la  mejoría se nota en poco tiempo, lo cual permite seguir con el ritmo de estudio”.  

 

Referencias:

  • 1: Nadler SF, Weingand K, Kruse RJ. The physiological basis and clinical applications of cryotherapy and  thermotherapy for the pain practitioner. Pain Physician: 2004:7:395-399. 
  • 2: McCarberg B, O’Connor A. A New Look at Heat Treatment for Pain Disorders, APS Bulletin; 2004.